El ciclo de vida de una persona está representado en nacer, crecer, estudiar, trabajar y morir. Estudiar más allá del colegio se ha convertido en un paso fundamental para sobrevivir, pues desde la aparición de la especialización del trabajo, prepararse para realizar funciones específicas es cada vez más importante. Además, se evidencia que el conocimiento implícito ha empezado a ser más significativo que el conocimiento explícito y este (el implícito) se fortalece por medio del crecimiento en sabiduría y experiencia, que a su vez permite tener mejores ingresos y, por ende, una mejor calidad de vida.

Pero, qué hacer cuando no se tiene acceso a educación pública y gratuita, y peor aún, no se cuenta con los recursos suficientes para pagar una universidad privada. La solución la han conseguido miles de personas en Latinoamérica y ha sido estudiar y trabajar a la vez. Frente a esto, las universidades se han adecuado a dicha forma de sustento y actualmente ofrecen programas especiales para las personas que trabajan y solo tienen espacio de estudiar en horarios no laborales.

De acuerdo con un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), citado en Ríos (2018), un 41% de los jóvenes millennials en América Latina y el Caribe estudian; el 21% solo trabaja y el 17% realiza ambas actividades, mientras que el 21% no estudia, ni trabaja. En el caso específico colombiano, los resultados muestran que el 39% de los jóvenes solo estudia, el 21% solo trabaja, 24% estudia y trabaja y 16% no realiza ninguna de las dos actividades, es decir, en Colombia el promedio de las personas que deben realizar ambas actividades es superior al promedio en Latinoamérica (Diario La República, 2018).

Si bien el tener experiencia laboral previa a la graduación universitaria es un factor clave para conseguir empleo, esto también puede ser una desventaja durante el periodo de estudio. Para Cruz, et.al., (2017), la combinación del estudio con el trabajo puede ser riesgosa en dos dimensiones. La primera es que puede tener efectos inmediatos en el abandono escolar, pues según una encuesta realizada en México, la posibilidad de dejar los estudios fue del doble en la población que estudia y trabaja, que en aquella que solo se dedica a estudiar, además este riesgo se incrementa con el tipo de trabajo, a mayor intensidad horaria y de esfuerzo, mayor es la posibilidad de que se impida estudiar. En segundo lugar, los autores manifiestan que a mediano plazo el hecho de trabajar antes de graduarse también podría causar un efecto negativo sobre futuras experiencias porque podría sesgar el campo de desempeño del profesional. 

Los “sisis” (sí estudian y sí trabajan) tienen un estilo de vida agobiante, pues deben responder y rendir en dos frentes: la universidad y el trabajo. Igualmente, estos pueden tener menor rendimiento académico pues tienen su tiempo dividido entre ambas actividades, menor disponibilidad para realizar los trabajos asignados en sus clases y concentrarse plenamente en ellos. En algunas ocasiones ni siquiera alcanzan a realizar las entregas en los tiempos establecidos y deben solicitar prórrogas, lo que se verá reflejado en notas con menor rango.

Frente a estas dificultades encontradas para aquellos que trabajan y estudian a la vez, Mi Tarea se presenta como una solución efectiva y asequible, pues a través de asesores especializados brinda apoyo en la realización de trabajos regulares, proyectos de grado y asesorías. Los trabajos realizados por medio de esta empresa pasan por un programa antiplagio que permite que los estudiantes tengan plena seguridad de que estos fueron realizados bajo normas de citación y son originales. También cuenta con la ventaja de tener una plataforma en la que se pueden cargar las solicitudes de trabajos, la asesoría es personalizada y tiene múltiples medios de pago.

Trabajar y estudiar es una realidad para el 17% de la población latinoamericana, que sueñan con terminar su carrera y tener mayores ingresos y una mejor calidad de vida. Mi Tarea brinda un apoyo importante para que las notas de los “sisis” no se vean afectadas y no estén obligados a postergar o cancelar los estudios. Es la mano amiga necesaria para culminar de forma exitosa los estudios, siempre con la confianza de que es un servicio pleno y de calidad.